viernes, 8 de marzo de 2024

Diario de una Bióloga: entrevista a la Dra. María Edelmira Linares Mazari

 


Nací el 03 de marzo de 1952 en la Ciudad de México, y mi niñez la atesoro con el recuerdo de que siempre estuve muy contenta jugando en el jardín junto a mi hermana, cuando era pequeña no tenía idea qué quería estudiar, pero a mí me gustaba la historia, la astronomía, y me gustaba estar en el jardín, por supuesto no sabía que eso estaba relacionado con la biología. Junto a mi papá, que le gustaba mucho “jardinear”, mi hermana y yo siempre le ayudábamos. En nuestro jardín teníamos muchas higueras, mi hermana y yo nos subíamos a los árboles para comer los higos, también mi mamá fue importante porque ella era pintora y le gustaba pintar los paisajes mientras mi papá y nosotras jugábamos, para lo cual visitamos muchos lugares.


Mucho tiempo después en mi época de preparatoria en la Escuela Nacional Preparatoria No. 4, afortunadamente tuve buenos profesores de biología, así que cuando tuve que escoger el área, gracias a esos profesores, me motivaron a estudiar biología, así fue como me decidí a hacerlo.


Estudié biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, me especialicé en Etnobotánica, que es la relación que existe entre las personas y las plantas, por ejemplo, se tiene que conocer la importancia de lo que se come, o la importancia de aprender a curarse; por eso siempre he trabajado en el área de divulgación para poder dar a conocer lo importante que es la biología, y no me arrepiento de haberla estudiado, me encanta mi profesión se me hace muy divertida y muy variada, aunque no está tan valorada por la sociedad creo que debemos hacer más ruido los biólogos porque a los biólogos nos gusta trabajar calladitos, pero la sociedad necesita saber la importancia de nuestra profesión, lo importante que es para su vida y sobre todo ahora para enfrentar los retos  ambientales.


En mi carrera también tuve influencias negativas y positivas, una de las negativas fue mi profesora de Fisiología Animal Comparada, porque gracias a ella me di cuenta que yo no quería ser zoóloga; pero en la materia de Botánica IV con la Dra. Nelly Diego hubo un gran impacto en mí, porque participé con ella en un proyecto en la selva de los Tuxtlas para estudiar como estaban talando los árboles, entonces mis compañeros y yo nos íbamos con los madereros a la selva, donde tuve la oportunidad de ver como en un bosque virgen iban siendo seleccionados los árboles que iban a talar, para luego sacarlos del bosque para venta; ver caer un árbol de 40 m ha sido de las cosas más impactantes en mi vida. Me di cuenta de la verdadera importancia de los bosques para las personas.


Tiempo después estudié una maestría en museología, precisamente porque me gustan mucho los museos y creo que mi mamá influyó mucho en eso, y es curioso porque creo que la ciencia y el arte no están peleadas, yo creo que pueden ser grandes aliadas para explicar problemáticas, y creo que podemos trabajar muy bien con los artistas, para dar a conocer esa ciencia de manera diferente y llegar a hacerla más digerible. 



Llevo 45 años en el Jardín Botánico IBUNAM (2019), la verdad he tenido varias labores aquí, he sido encargada del área de difusión, y a mí me tocó hace muchos años arrancarla; aunque a últimas fechas me dedico más a la investigación y trabajo con plantas como la milpa, los quelites en México, las plantas medicinales, etcétera.

 

La verdad me gusta mucho mi trabajo porque no es un trabajo monótono, me permite ir al campo y viajar mucho, porque yo no soy una persona de laboratorio, a mí me gusta estar en el campo con la gente platicando y sentirme libre, no estar en un laboratorio y como le digo a la gente yo soy una bióloga de campo, yo soy una bióloga de a pie; yo soy quelitera y milpera, eso es lo que a mí me gusta, me gusta trabajar en cosas útiles para la sociedad.


A lo largo de estos años he escrito varios libros relacionados con las plantas medicinales mexicanas, pero mi libro más reciente es un recetario titulado “Los quelites: Sabores y Saberes del sureste del Estado de México”, es un recetario hecho en conjunto con muchas personas de varias comunidades.  En un futuro me gustaría sacar mi tesis doctoral como un libro, porque es una tesis que he trabajado durante 30 años, es una documentación de los cambios, y siento que ha quedado muy bonita para poder ser un libro.


A pesar que la mayor parte de mi tiempo me dedico a leer sobre biología porque no tengo tiempo de leer otras cosas, mi carrera me demanda estar al día. Cuando tengo oportunidad, también recurro a otro tipo de lecturas, especialmente las novelas románticas, por ejemplo, Como Agua para Chocolate es de mis favoritas, también me gusta leer sobre ciencia ficción, o leer junto a mis nietos (casi siempre leemos sobre ciencia). Y cuando cuento con más tiempo, me gusta tejer, bordar, coser, ese gusto se lo debo a las monjitas porque yo estudié con ellas, así que todas las tardes nos ponían a bordar y tejer. 


En un futuro me veo yo creo que jubilada, con mis nietos y mi jardín, con mi colección de orquídeas, yo espero estar en buena salud y también cuando ya tenga tiempo me gustaría ayudar a las personas con técnicas que ayuden a su salud, porque conozco muy bien la herbolaria y quiero aportar algo en ellos para su bienestar.




Pienso que se requiere más apoyo para la ciencia, porque en otros países el apoyo es mucho mayor y también mayor apoyo para la educación, porque en esta reforma educativa no ha beneficiado a los profesores, ahora ellos se sienten asediados, en lugar de mejorar empeoro la situación. También porque creo que la educación no debería ser una educación estática, debería ser activa, hacer experimentos, porque a través de esos experimentos se pueden motivar vocaciones porque al final lo más importante es que los chicos encuentren su pasión, y que hagan lo que ellos quieren, pero con pasión, eso es lo que importa. Y no sólo existe la ciencia como opción, existen muchas otras más, y la motivación es importante, pero también es importante de dónde viene esa motivación, porque si un zoólogo me trata de motivar a lo mejor no me gusta la biología, pero si un etnobotánico me intenta motivar a lo mejor lo consigue, porque a mí eso sí me gusta, eso fue lo que a mí me pasó. Siempre busquen aspectos que les satisfagan que los hagan felices, y vivan, dense la oportunidad de vivir, de venir, de visitar, de ir al campo, de muchas cosas que parecieran que no te influyen, pero si lo hacen; y por favor experimenten, para ver qué les gusta, y aléjense de las cosas que sean negativas, pero siempre hagan lo que les encante, porque de eso van a vivir.

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*Esta narración se realizó con base en la entrevista realizada a la Dra. María Edelmira Linares Mazari, el día 02 de septiembre del 2019 por Paola Yised Torres Arroyo.

Coordinadora y editora: M. en D. Salma Gómez Ibarra

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